sƔbado, 31 de julio de 2010

Chozas Carrascal, vinos de pago a la vanguardia

Por fin llegĆ³ el dĆ­a que pude concertar una visita a Chozas Carrascal, despuĆ©s de que las agendas coincidieran, ha valido la pena visitar este lugar tan bonito y vanguardista como es el que nos ha mostrado nuestro anfitriĆ³n, JuliĆ”n LĆ³pez.


Hoy hemos sentido una sensaciĆ³n de profunda simbiosis entre la tradiciĆ³n, la cultura, la modernidad, unos excelentes vinos y una persona enamorada de su trabajo, que nos ha proporcionado una parada en nuestro reloj del dĆ­a a dĆ­a para sentirnos realmente a gusto con nosotros mismos.

La bodega estĆ” enclavada en un mar de viƱas en San Antonio, una pedanĆ­a de Requena, en un valle por donde circularĆ” muy prĆ³ximo el AVE que unirĆ” Valencia con Madrid, pero quedando lejos de las 40 ha. de viƱedo que rodean a la casa, el tipo 'chateau' que conforma la finca tiene una espectacular ubicaciĆ³n y permite que las distancias entre las viƱas y la bodegas sean recorridas entre 5 y 10 minutos, siendo importante en los procesos de vendimia para que la uva no sufra ningĆŗna rotura antes de entrar en bodega.


La visita ha empezado por visitar los alrededores de la casa, nos ha acompaƱado Alex, un summiller de Barcelona que estaba de visita y que se ha sorprendido tanto como nosotros, mientras lo esperĆ”bamos en el fresco porche de la casa, he contemplado el precioso jardĆ­n mediterrĆ”neo y el jardĆ­n de variedades de cepas que estĆ”n en el exterior, que son una muestra de las innovadoras variedades plantadas en esta zona que producen los vinos de la bodega. La piscina tenĆ­a un aspecto que nos invitaba al chapuzĆ³n, pero empezĆ”bamos la visita y aĆŗn no sentĆ­amos el calor de la maƱana.


Al entrar en la casa hemos encontrado el buen gusto y la adecuada decoraciĆ³n que tiene en el recibidor y el gran salĆ³n comedor, con una mesa de dimensiones espectaculares asĆ­ como su grosor y que estĆ” hecha del mismo tronco de una sola pieza. De allĆ­ hemos pasado a visitar el resto de la bodega, pasando por lo que luego nos deleitarĆ” como sala de catas.


El resto de la bodega estĆ” construida con bloques de hormigĆ³n proyectado, barnizadas sus paredes, con lo  que le confiere un aspecto realmente acogedor y no denota la sobriedad que este material nos puede transmitir. Hemos visitado el almacĆ©n de productos elaborados y crianza en botella, para despuĆ©s pasar a la sala de fermentaciĆ³n y elaboraciones.

En esta sala me ha llamado la atenciĆ³n  la presencia de depĆ³sitos de hormigĆ³n, que en su interior no habĆ­a ningĆŗn tipo de recubrimiento, que es donde fermentan las variedades por separado, aparte de los depositos de acero inoxidable, y que segĆŗn nos comentĆ³ JuliĆ”n se produce una microoxigenaciĆ³n a travĆ©s de los poros del hormigĆ³n, y que con placas refrigeradas consiguen controlar la temperatura de fermentaciĆ³n. Muy curioso verlo en esta bodega tan moderna. Hemos visto el exterior de esta sala con la prensa y la desgranadora, que utilizan en vez de la despalilladora para que el grano de la uva no sufra ningĆŗn daƱo antes de llegar a los depĆ³sitos.


TambiĆ©n hemos visto las dos lĆ­neas de embotellado, para vino y cava, para posteriormente pasar a la sala de crianza de cava, observando sus botellas en reposo horizontal y las mĆ”quinas para voltearlas, asĆ­ como algunas jaulas con botellas. De ahĆ­ hemos pasado a la sala de crianza de vinos, con unas 200 barricas de 225 lts., todas de roble francĆ©s, por donde pasan los vinos que la bodega comercializa madurados o envejecidos en madera. TambiĆ©n hemos visitado algunos antiguos depĆ³sitos que la casa tenĆ­a antaƱo y que sirven como guarda de los vinos que la bodega elabora para estudiar su evoluciĆ³n.


La visita nos ha devuelto a la sala de cata y la exposiciĆ³n de vinos donde JuliĆ”n nos ha sorprendido empezando a catar un magnĆ­fico cava, de Chardonnay y Macabeo, que con discreto aroma en nariz a frutas tropicales, en boca nos ha parecido suntuoso y con volumen, un cava para comer incluso carnes no muy elaboradas.


El vino blanco Las Tres ha sido el siguiente, elaborado con Chardonnay, Sauvignon Blanc y Macabeo y con dos variedades fermentadas en barrica, en principio se ha servido bastante frĆ­o, supongo que a unos 6Āŗ, aproximadamente, en la que se notaba como un almibar de melocotĆ³n, graso y suntuoso, a la vez que sutil y fresco en boca y que ha cambiado despuĆ©s, en la copa, tras haber variado su temperatura mientras intercambiĆ”bamos impresiones sobre Ć©l. El cambio ha potenciado sus aromas y sabor con mĆ”s estructura en boca y tornĆ”ndose mĆ”s aromĆ”tico para recordar a cĆ­tricos y flores blancas, con un ligero postgusto a vainilla.


El Cabernet Franc, es el tinto monovarietal de la bodega, que mĆ”s sensaciones nos ha evocado. Un vino muy mineral, poderoso, con una explosiĆ³n frutal en nariz y muy balsĆ”mico, un vino diferente de una variedad poco conocida en estas latitudes, que le confieren un verdadero placer para los sentidos y que es muy recomendable para quedar bien con tus invitados, un elegante vino que no desagradarĆ” a los paladares mĆ”s entendidos.


Por Ćŗltimo hemos catado un vino dulce Moscatel de grano menudo, que se elabora en Francia, donde la familia tambiĆ©n tiene una bodega, y que tambiĆ©n es un alegre y agradable elixir que recuerda a cĆ­tricos como mandarinas reciĆ©n mondadas.

La bodega elabora otros vinos com Las dos Ces, en blanco y tinto, vinos con una buena relaciĆ³n calidad precio, el rosado Las Cuatro con unas caracterĆ­sticas muy especiales y el tinto Las Ocho, un vino complejo de elaborar y difĆ­cil de definir con el 'coupage' de ocho variedades pero que invita a beber por su redondos y pulidos taninos.


En fin una agradable maƱana de sĆ”bado en pleno verano donde hemos disfrutado y aprendido que en Utiel-Requena se hacen buenos vinos, que pueden ser innovadores y a la vez tradicionales, que el trabajo y esfuerzo se convierte en una recompensa para los sentidos y que nos hemos sentido como en casa gracias a la atenciĆ³n y proximidad que JuliĆ”n nos ha transmitido durante su compaƱƭa en la bodega.

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